Tras la aceptación que tuvo Tokio Jukebox en Japón, y que finalmente fue publicado en todo el mundo, la compañía discográfica propuso a Marty hacer una segunda parte. Marty aceptó inmediatamente ya que este disco es uno de los que más le han gustado de toda su carrera. La mayoría del disco se grabó antes de aterrizar en Europa para su gira de conciertos. Un disco que plasma la experiencia como guitarrista de Marty Friedman durante los últimos años.
Personalmente he de decir que Tokio Jukebox me parece un gran disco, versiones muy trabajadas y con un sonido nipón muy arraigado. Habrá que esperar a ver si Marty nos sigue sorprendiendo con cada disco que saca, algo habitual en él.