Diariamente uso una distribución Linux, tanto en mi ordenador personal, como en mi trabajo. A pesar de que no es ni el momento ni el lugar para indicar el porqué, sí veo correcto enseñaros la excelente recopilación de sistemas operativos libres destinados a la producción musical, en la página linuxav.blogspot.com .
Si no tienes ni el dinero ni el equipo necesario para montar un estudio en tu casa, te aconsejo que valores las siguientes opciones:
Basada en OpenSUSE, la que sus autores consideran la distribución mejor soportada, y más sencilla de utilizar y personalizar. Aún reconocida como lejos de una versión final, facilita ya las mejores herramientas disponibles para un uso profesional.
Proyecto iniciado como Live CD que ha finalizado siendo distribución completa. Dirigido con maestría por el argentino Marcos Guglielmetti. Se trata de una distribución que tiene como objetivo ser lo más accesible posible, sean cuales sean las capacidades del ordenador utilizado. Aún con una instalación modesta, Musix permite todas las tareas del productor: Masterizar CDs, publicar e imprimir partituras, crear instrumentos MIDI virtuales, grabar y reproducir audio y MIDI, editar y mezclar pistas, así como tareas más en el ámbito del sonidista: Reducción de ruido o recuperación de grabaciones dañadas. Añádase el soporte a los idiomas gallego, vasco o catalán, además del inglés, el castellano, el portugues y el francés, y el resultado será la distribución de audio más universal del planeta.
Gusto de polemizar sobre el hecho de que el instalador de Ubuntu Studio precise un DVD. Esto la hace inutilizable en las tres cuartas partes del planeta. Si Ubuntu es la distribución de software más maravillosamente universal del mundo, en Ubuntu Studio deben pensar que la edición de audio es ocupación exclusiva del primer mundo. Es el único defecto que se me ocurre. Por lo demás, es una distribución condenadamente poderosa y sexy, con ese acabado Ubuntu que ha supuesto un escalofrío en los departamentos de marketing de los fabricantes de sistemas operativos propietarios.
Linux MultiMedia Studio —LMMS—
Otra popular distribución, orientada a facilitar la producción musical incluso a quienes no disponen del hardware más avanzado.
Un proyecto pionero, en horas bajas por la popularidad de Musix, Ubuntu Studio y 64 Studio. Se trata del primer intento de crear una versión reducida del hotentote Debian orientada a la producción musical. Merece el reconocimiento de ser la primera distribución basada en Debian que incluyó un kernel parcheado para el trabajo en tiempo real y a baja latencia.
Live CD más orientado al trabajo del artista visual que al del productor musical. Permite manipular, grabar y recodificar flujos multimedia de todo tipo. Como Musix, presume de mantener toda su funcionalidad en máquinas modestas. Hay quien la ha hecho funcionar en una Xbox. Gloria al modding.
Comparte con Ubuntu Studio la incómoda característica de precisar un DVD. Se trata de una distribución inicialmente ideada para portar al AMD64 las aplicaciones de producción musical más populares. Sin embargo, resultó casi una tarea obvia hacer disponible también una versión para 32 bits. Se trata de una distribución que comparte la infinita elegancia del Debian del que procede, y es la favorita por ello de muchos para quienes el aspecto de Musix es… Rebuscado.
Distribución multipropósito que añade a las características de producción de audio, las de manipulación de vídeo y centro de entretenimiento. Presume de distribución especializada que requiere más entrenamiento previo que otras. Está basada en Red Hat lo que, para quien lo considere una ventaja, no cabe duda de que es una ventaja.
Basada en el elegantísimo Mandriva. Puede ser utilizado como Live CD.
Proyecto con cierta edad. Se trata de un sistema incrustado afinado para su uso como editor de audio y secuenciador MIDI. No hay nada que instalar, se trata de un Live CD de sólo 144 MB de tamaño que incluye un secuenciador MIDI, un secuenciador de audio, el conector ALSA MIDI, una caja de ritmos y un procesador de efectos.