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La entrevista que Yngwie Malmsteen intentó que nunca apareciera..

Esta interesante y estremecedora entrevista fue publicada hace algunas semanas en la web oficial de Goran Edman (www.goranedman.net) y presentada como “la entrevista que Yngwie Malmsteen intentó que no apareciera en la prensa“.

Dicha entrevista, realizada por Jörgen Holmstedt en el mes de septiembre y publicada por la revista Sweden Rock (www.swedenrockmagazine.com) y Burrn!, trata íntegramente sobre el período que pasó Göran con Yngwie, tema que el cantante sueco ha preferido evitar en otras ocasiones. La charla ha sido traducida por la gente de RafaBasa (Mar Tomás) nos ha parecido lo bastante interesante como para ofrecérosla aquí, nosotros nos limitamos a traducir el buen trabajo realizado por Jörgen Holmstedt. Aconsejo leerla completa pues no tiene desperdicio…

Cuando Göran Edman dejó la banda de Yngwie Malmsteen en 1992, sentía odio por el guitarrista y su forma de comportarse. Cuando Göran declinó el ofrecimiento de cantar en el álbum “Inspiration” de Yngwie Malmsteen, Yngwie se cabreó tanto que le hizo una llamada de broma, haciéndose pasar por Slash y ofreciéndole una prueba para Guns N Roses. Con el paso de los años, Göran ha empezado a cambiar un poco sus sentimientos hacia su antiguo jefe: “Muy en el fondo, la verdad es que Yngwie me gusta. Y muy en el fondo, pienso que yo también le gusto. Yngwie no es un hombre tan duro como pensáis”, confiesa el cantante con su habitual honestidad.

Göran Edman deja por un momento sus tareas en el estudio de grabación para atender la petición de Burrn! y recordar el período que el gran vocalista pasó con Yngwie Malmsteen, que se alargó de 1990 a 1992, englobando dos álbumes.

Göran.- Acabo de terminar las voces para el tercer disco de Karmakanic. Estoy muy orgulloso de él, me parece el mejor. Creo que se titulará “¿Quién es el jefe en esta fábrica?” Eso es humor, ¿no crees? (risas).

– No estaba seguro de si ibas a querer hacer una entrevista sobre el período que pasaste con Yngwie, ya que te has mostrado muy negativo y harto de él desde que dejaste su banda.

Göran.- La verdad es que muy en el fondo me gusta Yngwie, porque sé que es una persona diferente al divo que la mayoría de la gente ve. Él también puede ser un tío agradable, sensible y amable. Y como guitarrista es totalmente único. Yngwie es el único guitarrista que conozco con esa manera muy especial de tocar. Incluso cuando toca de forma despreocupada, tiene ese talento natural que hace que suene tan bien. Para mí es un honor estar en sus discos, aunque haya dicho un montón de cosas negativas sobre él.

– Te ofrecieron unirte a Yngwie cuando te escuchó cantar en el disco de John Norum “Total Control”, ¿no es así?

Göran.- Sí, Yngwie escuchó la canción de ese álbum titulada “Back on the streets” y le gustó. Es curioso, esa canción me había proporcionado anteriormente el puesto en la banda de John Norum, ya que él me había escuchado cantar la demo del compositor, Vinnie Vincent. Nigel Thomas, el manager de Yngwie en aquella época, me pidió que fuera a Miami para hacer una audición. Como llevaba casi un año esperando a que Vinnie Vincent me llamara para cantar en su tercer álbum, lo que parecía que nunca iba a suceder, decidí darle una oportunidad.

– ¿Cómo fue la audición?

Göran.- Lo primero que quiso Yngwie fue que bebiéramos unos vodkas (risas). Luego, en mitad de la noche, fuimos al estudio de su casa. Me dijo que cantara un nuevo tema, “Save our love”, que aparecería en el disco “Eclipse”. Ya había un montón de material compuesto para el nuevo álbum, pero Yngwie no tenía banda porque le habían dejado después de una gran pelea bañada en alcohol en un garito de rock. Anders Johansson, su batería entonces, me contó que tiró un montón de vasos al suelo en el garito y a Yngwie le echaron la culpa. Naturalmente a Yngwie no le gustó eso y despidió a Anders de inmediato. A Jeff Scott Soto también. Si no, Jeff hubiera cantado en el siguiente disco. Jens Johansson, el teclista, ya se había ido a Dio.

– ¿Cuál fue la reacción de Yngwie cuando te escuchó cantar “Save our love” en mitad de la noche, después de unos cuantos vodkas?

Göran.- Empezó a abrazarme una y otra vez (risas). “Oh, cantas como un dios, el puesto es tuyo”, balbuceó – y volvió a abrazarme otras cuantas veces. Luego hice un viaje rápido de vuelta a Suecia para prepararme de cara al trabajo en el nuevo álbum, que se realizaría los estudios Criteria de Miami. El estudio ya estaba reservado porque se suponía que la antigua banda ya estaría grabando por entonces. El tiempo de estudio era caro y transcurría, mientras que nosotros teníamos un montón de trabajo que poner al día.

– ¿Pero todavía no teníais una banda completa, no?

Göran.- No, se suponía que yo me iba a reunir con Yngwie en Londres para una audición a dos de los chicos de Saxon. Antes de eso, yo le había hablado a Yngwie sobre unos músicos muy buenos que conocía en Suecia: Mats Olausson, el teclista, Svante Henryson, el bajista, y Michael von Knorring, el batería. Así que antes de que Yngwie y yo fuéramos a Londres, organicé una audición rápida en Estocolmo en la que estuviésemos todos. Yngwie parecía muy complacido con los chicos suecos, sin embargo fuimos a Londres según lo planeado, donde nos reunimos con el batería y el bajista de Saxon.

– ¿Cuáles eran sus nombres?

Göran.- Lo siento, no los recuerdo. Pero sólo tocamos un tema y medio, entonces Yngwie pidió disculpas y dijo que necesitaba ir al baño. Cuando pasó por delante de mí me susurró “Vámonos”. El manager Nigel Thomas tuvo que explicarle a los chicos de Saxon después del plantón que no iba a poder ser. Y así fue como la formación sueca que probamos en Estocolmo se convirtió en la banda permanente de Yngwie.

– ¿Así que te encargaste de montar la banda de Yngwie?

Göran.- Bueno, sí, supongo que sí. Nunca le he dado demasiada importancia.

– No llego a entender por qué probó Yngwie a unos músicos de una banda británica de heavy metal como Saxon para su material neoclásico.

Göran.- Creo que fue idea de Nigel Thomas, que también era inglés. Fuera como fuese, fuimos a Miami y empecé a completar algunas de las nuevas canciones. Añadí muchas partes de faltaban, como alguna que otra estrofa, unas cuantas melodías y un montón de letras. Recuerdo especialmente la canción “Judas”, que estaba incompleta, y “Motherless child”, de la que sólo había unas líneas y cuya letra completé yo.

– Tú no apareces en los créditos de ese tema, ¿verdad?

Göran.- No, y supongo que sí debería. Por lo menos sí aparezco en los créditos de algunas de las canciones en las que trabajé. Yngwie solía quedarse con la mitad de los créditos de las letras, aunque lo único que hiciera fuese decidir cómo se iba a titular la canción. Como en “Faultline”. Yngwie dijo “Esta se va a llamar Faultline – ahora escribe tú la letra”. Yo no sabía qué escribir, pero por lo menos Yngwie me dijo que tenía que hablar sobre los terremotos, a los que les tenía pavor. Ese fue el motivo por el que se mudó de Los Angeles.

– ¿Se quedó con la mitad de los créditos de las letras por ocurrírsele sólo una palabra?

Göran.- Sí (risas). Pero yo estaba feliz de tener un trabajo decente y al menos teníamos una especie de acuerdo funcionando. Por mí estuvo bien llegar a una especie de pacto.

– ¿Cómo fue grabar con Yngwie?

Göran.- Muy largo en tiempo. Tardamos seis meses en terminar “Eclipse”. Yngwie era muy desorganizado en aquella época. Había días que ni se pasaba por el estudio. Pero Yngwie me exigía a mí y al resto de la banda que estuviésemos allí todo el tiempo, por si a él le entraban ganas de trabajar. Entonces teníamos que estar manos a la obra en cuestión de segundos. Su vida privada era un desastre porque no tenía novia por entonces. Iba a los garitos de rock por la noche y organizaba un montón de fiestas en su casa. Se iba a dormir a las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, y se presentaba en el estudio a medianoche. En ese punto, yo ya tenía que haber estado trabajando con las voces durante todo el día y él me pedía que le enseñara lo que tenía hecho. Hubo una ocasión en la que casi hizo que me derrumbara en lágrimas.

– Cuéntame…

Göran.- Fue cuando hicimos el siguiente disco, “Fire and ice”. Había estado dejándome la piel para terminar las voces de la canción “I’m my own enemy”. Nigel Thomas estaba allí tratando de ejercer como productor ejecutivo para que Yngwie progresara un poco. Yngwie detesta el soul y las voces lamentosas, siempre tenías que pegarte literalmente a sus melodías. Cuando grabé esa canción al principio, lo dice con un aire a lo Stevie Wonder por orden de Nigel Thomas. Pero Yngwie estalló cuando lo oyó. “¡Detén esa mierda!” me gritó y me dijo que quería hablar muy seriamente conmigo en ese mismo instante en otra habitación. “Si quieres sonar como un negro, puedes hacerlo en un disco tuyo. Pero cuando cantes MIS temas, pégate a MIS melodías. Son como DIVINAS y por tanto no puede cambiarse NINGÚN detalle. ¡¿COMPRENDES?!” Así que tuve que rehacer todo después de trabajar durante el día completo. Estaba tan cansado que casi rompo a llorar. Me sentí muy decepcionado según volví a entrar a la cabina de grabación.

– ¿Qué opinas de los dos discos que hiciste con Yngwie?

Göran.- Disfruté más haciendo “Eclipse”. Yngwie nos dio a mí y al resto de la banda bastante libertad creativa para hacer lo que quisiéramos en el disco, no le importó demasiado. Además, teníamos a un ingeniero muy eficiente que ejerció prácticamente de coproductor del disco, Tom Fletcher. Había trabajado mucho con Yes y era muy bueno grabando coros. Como en “Faultline”, hicimos un montón de harmonías vocales. Yngwie se quedó muy satisfecho con el disco, pero cuando salimos de gira descubrimos que era difícil reproducir lo que habíamos hecho en el estudio. Había canciones que era imposible tocar en directo, como “Faultline”. Por eso, en el siguiente CD “Fire and ice”, Yngwie dijo que quería un disco que sonara más a directo. “¡No quiero más de esa jodida sobre-producción!”, gritó.

– ¿Así que teníais que llevar coros pregrabados en escena?

Göran.- Sí. Pero pensándolo, era sobre todo para los temas más antiguos. Como “Heaven tonight”, toda la intro de esa canción es casi a capella. Cogimos esa intro vocal del “Odyssey”, así que podías distinguir claramente la voz de Joe Lynn Turner aunque el cantante que había en escena era yo. (risas)

– Entiendo que tardásteis todavía más tiempo en completar “Fire and ice”.

Göran.- ¡Ocho meses! Tuvieron que esperar un montón hasta que Yngwie plasmó todas sus partes de guitarra en cinta. Por entonces, Yngwie podía llegar al estudio con dos botellas de vino bajo el brazo. Abría una de inmediato y se ponía a beber. Durante la primera media hora se podía completar bastante trabajo con él, pero luego ya estaba demasiado borracho. Cuando eso sucedía, era el momento de hacer una pausa. “Vamos a un restaurante”, decía Yngwie y entonces todos acabábamos borrachos.

– Apareces en los créditos de las letras de ocho temas en ese CD. ¿Recibiste algún reconocimiento por parte de Yngwie respecto a tu trabajo?

Göran.- Sí, Yngwie era muy generoso con los cumplidos, como cantante y con el resto de cosas que hice. Te apoyaba mucho. Pero desafortunadamente también tenía un lado más oscuro, que me afectaba enormemente de forma negativa. Por ejemplo, durante la grabación de “Fire and ice” me hacía una coleta en lo más alto de la cabeza, al estilo de un samurai. Yngwie lo odiaba. Quería que todos pareciéramos estrellas del rock aunque no estuviéramos a la vista de la gente. De repente me arrancó la goma del pelo. Con ella me arrancó un montón de pelos y la verdad es que me hizo daño. Gritó que tenía que ponerme las pilas, en su banda tienes que estar guay 24 horas al día, 7 días a la semana. Me cabreé tanto que me fui a la habitación del hotel. Luego Yngwie me llamó por teléfono casi llorando. Me suplicó que le perdonara. Me dijo: “lo siento, lo siento, no volverá a suceder, por favor. Te ruego que me perdones. La verdad es que no sé por qué lo hice”, sollozó. Así que dije, está bien, no estoy enfadado contigo.

– ¿Estaba borracho?

Göran.- No, creo que la verdad es que le importaba la banda. Era su familia. Muy en el fondo, creo que yo le agradaba a Yngwie. Otro momento terrible que nunca olvidaré fue cuando estábamos a punto de empezar la gira de “Fire and ice” en 1992. Cogí un resfriado y apenas podía cantar en los ensayos. Yngwie estaba furioso. Nos fuimos a un caro restaurante italiano y, durante la comida, Yngwie se levantó de repente. Me gritó, acusándome de fingir que estaba enfermo y ordenándome que cantara todo el set al día siguiente, si no, me echaría de la banda y me reemplazaría por otro cantante – ¡al instante! Todos los clientes del restaurante se quedaron de piedra y miraron en nuestra dirección, con la boca abierta.

– ¿Pudiste cantar al día siguiente?

Göran.- Bueno, psicológicamente esto supuso una presión de muerte para mí. Fue una pesadilla, parecía que me hundía en un gran agujero negro. Sólo quería desaparecer. Después de la comida fue como si nada hubiera pasado, todos estaban contentos y se fueron a los dominios de Yngwie a tomar algo. Sin embargo yo me sentía realmente incómodo. Pasé de ir a beber con ellos y me fui a la furgoneta, a sentarme allí solo en el asiento de atrás, sin hacer nada. Entonces aparece Yngwie de repente y empieza a abrazarme una y otra vez. “Lo siento, lo siento mucho, Göran. Fui tan estúpido, sabes que pienso que eres muy bueno y que podrás hacerlo”. Entonces estallé en lágrimas. Lloré y lloré e Yngwie me abrazó y trató de consolarme. “Todo está bien, Göran, no hay de qué preocuparse”. Yngwie era como un pequeño oso de peluche. No es un hombre duro para nada. Hay mucha comprensión detrás de esa dura fachada. La verdad es que él no quiere hacerle daño a la gente.

– ¿Qué pasó con tu voz?

Göran.- Fue complicado, pero mi voz estuvo por lo menos bien cuando arrancamos con unas cuantas fechas de calentamiento en clubes de la costa este norteamericana. Había algunas notas altas a las que no podía llegar.

– ¿En general, has sido muy crítico con esos dos discos de Yngwie desde que dejaste su banda?

Göran.- Bueno, sí, ya sabes, me habría gustado sonar diferente. Yo quería que mi voz tuviera más profundidad, más potencia, que tuviera un sonido más grande. Creo que mi voz suena demasiado bonita, demasiado limpia en esos CDs. Si me preguntas, no hay demasiado espíritu roquero ahí.

– Supongo que Yngwie quería esa especie de sonido cristaliano para lograr más difusión en Norteamérica…

– Sí, intentaba conseguir un hit. Creo que estaba desesperado por lograrlo, por conseguirlo en su nuevo país de residencia. Se dio cuenta de que por entonces el AOR era el camino para ser grande en USA. En la actualidad, no creo que a Yngwie le gusten esos dos discos.

– ¿Qué te hace decir eso?

Göran.- Nunca incluye ninguna canción en los discos recopilatorios. “Bedroom eyes” ha aparecido en un Best of, pero nada más.

– ¿Cómo fueron las giras en 1990-92?

Göran.- El primer tour fue mayor que el segundo, donde él empezó a perder bastante de su mercado europeo. Irónicamente, triunfó más en Japón en aquella época. ¿Sabes que “Fire and ice” fue su primer disco de oro en Japón en cuanto a álbums en solitario? Anteriormente, Yngwie siempre estaba fastidiando a la discográfica para que le enviaran un disco de oro, fuera como fuera, así que le enviaron algunos premios dorados de mentira para complacerle (risas). Tocamos en el Budokan de Tokio en la gira de 1992, fue el sitio más grande en el que actuamos mientras permanecí en la banda, 11.000 personas. Recuerdo que fue un equipo de televisión y yo estaba de los nervios. Fui al baño cuatro veces antes de que pudiera salir al escenario (risas).

– ¿Hubo algún otro detalle que mostrara que Yngwie era más grande que nunca en Japón en 1992?

Göran.- Sí, en cuanto llegué a Japón, a las 9 de la mañana, Burrn! quería una entrevista exclusiva conmigo. Recuerdo que todo lo que hice fue poner a parir Yngwie en esa entrevista. Por entonces, estaba muy asqueado y cansado de Yngwie y de su comportamiento demente. Había sido tan increíblemente irrespetuoso hacia la gente en Indonesia, donde acabábamos de estar. No veo la necesidad de contarte las cosas perversas que le hizo a la gente inocente y súper generosa de Indonesia, porque simplemente no puedes publicar cosas como esas. Le dije al pobre tío de Burrn! que odiaba la música de Yngwie y también a él como persona, que prefería hacer otra cosa y que sólo estaba cantando para Yngwie porque me pagaba. Fue un momento totalmente inapropiado para hacerme preguntas sobre Yngwie.

– ¿Cómo recibió aquello la gente de Burrn!?

Göran.- Se quedaron de piedra. Dudo que utilizaran gran cosa de lo que dije (risas). Estoy seguro de que la discográfica en Japón aireó lo que había dicho y se lo debieron de transmitir a Yngwie y a Nigel Thomas. Básicamente, fue el principio del fin de mi estancia en la banda de Yngwie. Me faltaba tanta inspiración que decía cosas de lo más sarcástico entre canción y canción.

– ¿Por ejemplo?

Göran.- Presenté a Yngwie después de que destrozara la guitarra en el escenario con esta frase: “Si trata a sus mujeres como a sus guitarras, entonces está realmente mal”.

– Cuéntame cómo saliste de la banda.

Göran.- En 1992 la personalidad de Yngwie empezó a atacarme los nervios. Recuerdo el último concierto que hicimos juntos, fue en un club de Seattle en el verano de ese año. Habíamos hecho un tour de costa a costa, de norte a sur, en Norteamérica, incluyendo Canadá, durante un mes y medio en un autocar. Estábamos todos bastante quemados y una de las cosas de las que yo estaba cansado era de aquellas maratonianas pruebas de sonido de 3 horas, en las cuales permanecía sentado, esperando a hacer mi pequeña tarea. Yngwie siempre probaba sus guitarras durante horas y, de repente, cuando menos te lo esperabas, empezaba a tocar un tema y en ese mismo momento se suponía que yo tenía que entrar a escena y empezar a cantar. Después de una larga gira como aquella, el técnico de sonido, un escocés llamado Kirk, sabía exactamente cómo nivelar mi voz en la mesa de mezclas, así que le pregunté si veía realmente necesario para su trabajo que yo hiciera las pruebas de sonido. Me dijo que no, que él ya sabía lo que tenía que hacer. Pasado un rato Yngwie empezó a tocar “Bedroom Eyes” y a la mitad de la primera estrofa se paró y cogió el micrófono gritando: “¡Quiero al JODIDO cantante en el JODIDO escenario en este JODIDO momento!” El técnico de sonido me dijo: “Aunque… puede que sea mejor que lo hagas”. Así que subí al escenario, me fui directo hacia Yngwie y me quedé mirándole fíjamente a los ojos. Él me devolvió la mirada y no dijimos ni una palabra. Entonces estallé de rabia: “¡¿Tú te crees que soy una especie de robot del que puedes apretar un botón y entonces cantar como si fuera una especie de máquina a tu conveniencia?! ¡Tienes que aprender que estás tratando con personas de carne y hueso!” Yngwie no dijo nada y se limitó a seguir mirándome fíjamente. Entonces cogió una púa y me la pegó a la frente, en silencio, mirándome a los ojos según comenzaba a tocar el riff de introducción al tema. No valía de nada discutir (risas). Así que canté el tema de la manera más irónica, haciendo una parodia.

– Lo único que querías era dejar todo lo que tenía que ver con Yngwie, ¿no?

Göran.- Creo que él se dio cuenta. Después tuvo una charla conmigo: “Göran, parece que no disfrutas cantando para mí, ¿no? Es lo que estoy notando”. Yo le contesté: “Sí, no sé, estoy muy cansado”.

– ¿Entonces ambos estuvísteis de acuerdo en separaros?

Göran.- La verdad es que no dijimos nada en concreto. Me fui a Suecia y después de algún tiempo mi sueldo dejó de llegar. Fue la época en la que Yngwie tenía a toda la banda en nómina. Mats Olausson me llamó por teléfono para decirme que Yngwie iba a fichar a un cantante americano. Mats me dijo que la compañía discográfica en especial quería intentar algo nuevo. A mí no me importó en absoluto. La verdad es que después del último concierto de Seattle le di la ropa que llevaba en escena a un par de personas del público. Sabía que se había acabado. Por entonces también había demandado a Yngwie.

– ¿Lo demandaste mientras estabas en su banda?

Göran.- Sí, el proceso comenzó durante aquella gira por USA. Yo no percibía el dinero por la publicación de las canciones que había escrito, así que me conseguí un abogado y él y un representante de la unión musical sueca se pusieron en contacto con Nigel Thomas para tratar de ese asunto. Pero se negó a ello.

– ¿Mencionó algo Yngwie sobre el proceso legal durante el tour?

Göran.- No, no hizo ningún comentario al respecto. Pero estoy seguro de que estaba al tanto. Cinco años después percibí mi dinero. Les amenacé con llevarles a los tribunales y no quisieron llegar a esa situación porque sabían que tenía razón.

– Por aquel entonces, en 1996, Yngwie te llamó para hablar de una canción que quería que cantaras en su disco “Inspiration”.

Göran.- Me hizo unas cuantas sugerencias, como el tema de Kansas “Carry on wayward son” y alguno de Deep Purple. Al principio no sabía que decir, así que contesté que lo pensaría. Después le llamé y le dije que quería 3.000 dólares USA por el trabajo más los gastos del viaje a Miami y una habitación de hotel decente. La respuesta de Yngwie fue que era un idiota ingrato. Así que le dije que no lo haría. Pasó algún tiempo más y recibí un mensaje de un borracho en mi contestador. Era Yngwie diciéndome que había un billete de avión esperándome en el aeropuerto. “Te aconsejo que vayas allí y cantes”, balbuceó (risas). Me volvió a llamar mucho después, tomándome el pelo.

– ¿Cómo?

Göran.- Alguien me llamó haciéndose pasar por Slash: “Hola, soy Slash de Guns N Roses. Nuestro cantante Axl Rose se ha ido y nos gustaría saber si te interesaría hacer una audición. Hemos oído tu material con Yngwie y nos gusta mucho”. Una vez más, no sabía qué pensar. Quiero decir, difícilmente encajaría en Guns N Roses (risas). Así que dije que lo pensaría y le pedí al tío que me volviera a llamar. Lo cual nunca sucedió. Posteriormente supe por un amigo que se trataba de Yngwie que estaba borracho con unos amigos y al que se le ocurrió la gran idea de hacer una llamada de broma.

– ¿Qué esperas de su nuevo disco?

Göran.- ¿Va a sacar un nuevo álbum? No tengo ni idea (risas). ¿Quién es el cantante? “Ripper”, ¿el de Judas Priest? Nunca le he oído. ¿Dices que canta como Rob Halford? No sé si le pega mucho a Yngwie. No tengo ninguna expectativa. No he escuchado ninguno de los discos de Yngwie desde que me fui. Sólo una o dos canciones por la radio, creo. Era con Doogie White, sonaba bien. Si lo pienso, también he oído algunos temas que hizo Yngwie con Mats Levén a las voces. Mats suena bien, tiene una voz potente, mucho más adecuada a la música de Yngwie que la mía. Yo no soy un cantante de tonos altos por naturaleza. Tengo que obligarme a mí mismo para cantar así de alto. Mark Boals es el mejor tenor natural para la música de Yngwie, al menos en mi opinión. Tiene una voz muy limpia. Jeff Scott Soto también era bueno, con esa voz rasgada rockera. Y por supuesto Joe Lynn Turner. El disco en el que cantó Joe, “Odyssey”, no suena como el típico álbum de Malmsteen. Es muy comercial con un montón de influencias de Turner. Suena excelente.

– Parece como si hubieras tomado la decisión de no volver a trabajar con Yngwie, ¿no?

Göran.- Esa solía ser mi decisión, pero ahora no sé cómo reaccionaría si Yngwie me llamara y quisiera que cantara en un disco. Si pudiéramos hacerlo de forma distinta y no al viejo estilo, entonces a lo mejor. Pero nada de giras, de ninguna de las maneras.

Entrevista realizada por el periodista Jörgen Holmstedt, publicada en www.goranedman.net

Traducción: Mar Tomás

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