Impresiona ver un metrónomo de semejante envergadura, y que sea 100% funcional. Este metrónomo gigante fue construido en 1991 por Vratislav Novak, sustituyendo a uno de los monumentos más importantes de la Unión Soviética. Al parecer se eligió construir un metrónomo, porque Mozart exclamó desde esta colina “!Me gusta esta ciudad, tiene ritmo!”.
Como seguramente muchos de vosotros no os hayáis creído lo de 100% funcional, pinchad aquí para comprobarlo.